Las Películas Documentales.
Aproximaciones a la Realidad.

miércoles, mayo 21, 2008

José Muniain, director de "Retrato independiente": "Para mí era muy importante captar algo real, fuere lo que fuere"

Ya saben que el cine documental, si es bueno, no tiene fronteras. Y hoy nos hemos ido nada menos que hasta Pittsburgh, en el suroeste de Pennsylvania, EE UU, porque de allí nos llega la joya que queremos recomendarles esta semana.

José Muniain: “Nací en Bilbao. Siempre me ha gustado el mundo del cine. Es algo que siempre me ha atraído, al ir a cineclubs, al ir a la Universidad, cuando estudié Periodismo, y trabajé en productoras de vídeo. Siempre ha sido mi medio. He tenido una productora en Madrid durante diez años. Y luego, por circunstancias, me vine a EE UU por un año, y llevo aquí ya diez”.

Cine y pintura no han dejado de flirtear nunca. Quien haya visto “
El sol del membrillo”, de Víctor Erice, recordará aquello de que pintar o filmar un árbol, es querer abarcar el universo entero. Que podamos ver películas documentales en el contexto de una exposición, en un museo, ya no es una moda pasajera, sino una corriente en alza y en toda regla. El último de los ejemplos es la película “Retrato independiente”, que pueden ver hasta el día 25 de mayo, en el Espacio Dos del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid (antiguo Centro Cultural Conde Duque), dentro de la exposición de retratos del pintor Félix de la Concha.

Plano de Félix de la Concha en An independent portrait. c. PMI Digital.

La película empieza así. Dos artistas se encuentran en Pittsburgh. Robert Young es cineasta. Félix de la Concha es pintor. El primero es de Nueva York. El segundo de León. Ambos son independientes. Los dos capturan los rostros, como mapas de distintos caminos y del paso del tiempo. Piensan que, en ambas disciplinas, pintura y cine, hay más cosas que los unen de lo que parece a primera vista. Deciden que el pintor retratará al cineasta y, mientras dure la sesión, hablarán de sus carreras, del arte, de la vida.

Robert Young: Texto de la película: “Me ocurrió algo cuando era joven que me causó un gran impacto, y creo que está relacionado con esto. Estuve durante seis meses haciendo una película sobre el moho. Quería enseñar cómo el cuerpo del moho estaba hecho de filamentos, como espaguetis, y quería rodar cómo crecían. Entonces vi ese dedo atravesando la pantalla, con todos los protoplasmas en la parte de delante, donde se concentraba toda la vida exactamente, y en la parte de atrás, donde estaba vacío, se secaba y moría. Se me saltaron las lágrimas. Me afectó de una manera muy fuerte. Ver que la vida se encuentra en ese lugar donde está el movimiento, en primera línea, donde está el peligro. [...] Me siento realmente vivo cuando me dejo llevar totalmente por lo que estoy haciendo. ¿No es como perderse? Como perder la conciencia de uno mismo. Podría estar desnudo y no me daría cuenta. Es así como lo siento. Me dejo llevar por el momento. Por eso me gusta el proceso de rodaje. Es el momento en el que estás haciendo algo, lo que te conecta con lo que eres de verdad. Cuanto más hago eso, más me gusta estar vivo”.

El director José Muniain quiso no perder detalle de este encuentro, y decidió no intervenir en el rodaje, mantenerse al margen, dejar que las cosas surgieran de forma natural y espontánea, ser una sombra en el espejo, y estar preparado para capturar todo lo que ocurriese.

José Muniain: “No había guión, en ningún momento, para la película. Se creó una situación: Bob Young y Félix de la Concha, en un solo espacio. Pero no habíamos ensayado ni qué se iba a preguntar, ni qué tipo de retrato iba a hacer, ni en qué sitio en concreto del espacio determinado se iban a colocar. Para mí era muy importante el captar algo real, algo que pasase, fuere lo que fuere. Afortunadamente, pasaron cosas”.

Robert Young: Texto de la película: “Cuando leo el ‘New York Times’ y veo los nombres de las personas que murieron en Irak, me siento en la obligación de leer sus nombres, chequear sus edades y ver de dónde son. Si no, es como si reconociera que no existieron. Tengo una hija maravillosa que fue violada cuando tenía 16 años. Es la razón por la que hice la película ‘Extremities’. No quise rodarla cuando me la ofrecieron la primera vez. Pero ella me pidió que la hiciera. Ella creía que lo haría de una forma en que la gente lo entendería. Y que al mismo tiempo yo entendería mejor todo lo que pasó a ella. Hay cosas de las que nunca podemos hablar. Menciono lo del rapto porque ella estuvo atrapada por un grupo de gente unas tres horas. Uno de ellos la amenazaba con un cuchillo. Fue una experiencia terrible, obviamente, y ella creía seguro que iba a morir. Y lo que más le preocupaba era que no supiéramos lo que le había pasado. Este incidente me afectó muchísimo. El hecho es que, en esas circunstancias, lo que más temía era desaparecer. Por eso tengo que leer los nombres de todas esas personas”.

Plano de Robert Young en An independent portrait. c. PMI Digital.

En “Retrato independiente”, dos artistas, pintor y cineasta, hablan con naturalidad y confianza, y se convierten en actores de la obra de un tercero. Se les da espacio y tiempo para que compartan sus reflexiones, y las experiencias que han acumulado. Robert Young, por ejemplo, parece como si realmente necesitase hablar con alguien como él, que lo entienda.

Lo explica el director de la película, José Muniain: “Ten en cuenta que Robert Young tiene una vida bastante interesante. Ha vivido con esquimales, ha estado en el desierto siguiendo gorilas, ha caminado 400 millas para entrar en Angola y cubrir la Guerra Civil, tiene una película que me recuerda tremendamente a ‘Las Hurdes’, que la rodó en Italia, en Sicilia, y se prohibió en EE UU, ha ganado la Cámara de Oro de Cannes por una película sobre la inmigración mejicana en EE UU que la ves todavía hoy y está vigente aunque se rodara en el 77, y que ganó también la Concha de Oro en San Sebastián, ha tenido fracasos tremendos, se ha arruinado, y sobre todo es una persona tremendamente ética y tremendamente humilde”.

-Félix de la Concha: Texto de la película: “Supongo que hay un conflicto moral al rodar documentales. Debe ser duro”. –Robert Young: “Sí que lo hay. A veces paraba el rodaje porque tenía que actuar. En la película ‘Cortile Cascino’, el bebé de Ángela murió. Al principio, la niña se puso muy mala, así que no podíamos estar allí rodando a una niña enferma. Fuimos a buscar un médico, y él la llevó a un hospital, pero la niña murió en el hospital. Entonces hice algunos cambios en la historia, e incluí elementos de ficción para encubrirlo porque no podíamos dar la espalda a lo que había pasado”.

Esta película, “Cortile Cascino”, como comentaba antes el director José Muniain, fue prohibida por la cadena de televisión NBC. Pero ahora pueden ver un fragmento en “Retrato independiente”, en un ejercicio de ajuste de cuentas y general disfrute. Lo cuenta el director.

José Muniain: “Sí, es verdad. Aun a riesgo de que desequilibrase un poco la película, me pareció eso menos importante que el hecho de que es una película que no se ha visto, que ha sido prohibida aunque Young luego consiguió una copia. Pero es una película inédita. Y me pareció una oportunidad el hecho de enseñar un fragmento bastante largo, unos cinco minutos, de una película que dura treinta y tantos, para que la gente tuviera acceso a eso. Aparte que me parece que tiene unas imágenes fascinantes”.

El otro protagonista de “Retrato independiente”, no nos olvidemos, es el pintor Félix de la Concha que, capa a capa, mirada a mirada, pregunta a pregunta, minuto a minuto, crea un retrato que, el retratado, sólo podrá ver cuando el cuadro esté listo, al final de la película. Un cuadro en el que el pintor también estará, de alguna manera, representado.

Félix de la Concha: Texto de la película: “¿Te suena el término ‘a la prima’? Es un término italiano que significa ‘de una vez’. Yo utilizo óleos, y estos se secan, pero cuando están frescos se pueden manipular algunos colores para encontrar un balance o la luz, de una forma sutil, en el momento, sin añadir barnices en sesiones posteriores. Es un proceso”.


“Retrato independiente” es la historia del cazador cazado.

Robert Young: Texto de la película: “Me siento como si me estuvieses acechando. He hecho muchas fotos de animales salvajes, y siento que me estás mirando como yo lo hago cuando voy detrás de un león o algo así”.

Es una película de juego de espejos que permite viajar con la vista y con la imaginación, y en la que hay varios directores de escena más o menos alejados del lienzo: El espectador, los operadores de cámara, el director, el pintor, y el personaje retratado que, a su vez, también es director de cine, y que no puede evitar decir cosas como “tengo un bonito plano desde aquí” o “te veo sin saber lo que pintas”.

Robert Young: Texto de la película: “No me gusta hacer imágenes tipo postal porque me parecen falsas. Son demasiado unidimensionales y reduccionistas. No me gusta eso, me gusta más cuando hay más misterio. Cuando filmo gente, yo soy el que se mueve. No le digo a la gente, ahora tiene que quedarse aquí, muévase un poquito, usted siéntese aquí. No me gusta hacer eso. Veo la situación y me muevo para encontrar mi lugar”.

Y, sobre todo, esta película es un canto de amor a la necesidad y urgencia creativas, circunstancia que suele ir ligada al adjetivo de “independiente”.

-Robert Young: Texto de la película: “Mi padre era montador de cine y fundó un laboratorio. Lo hacía muy bien, pero tenía que haber sido director. Mi padre no quería que yo fuera realizador, sino que quería que trabajara con él, porque él creía que yo era poco realista y muy idealista para sobrevivir en el mundo, y que necesitaba estar protegido”. –De la Concha: “Yo nunca terminé la carrera. Tenía que aprobar dos cursos de pintura que nunca terminé, los suspendí. Pintura y paisajes”. –Young: “¿Nunca terminaste la carrera de Bellas Artes?”. –De la Concha: “No, me suspendieron en dos clases de pintura”. –Young: “¿Te suspendieron en pintura? Qué interesante... Sabes, realmente hay ciertas semejanzas entre gente que trabaja de forma independiente. Quiero decir, yo intento trabajar de forma independiente”.

José Muniain: “Para mí, en concreto, ser independiente es hacer cine sin pensar mucho en la cuestión comercial, sino hacerlo como un proceso de conocimiento personal. Intentar expresarte como tú eres, al margen de convencionalismos comerciales. No creo que tenga que ver ni con el presupuesto ni con las condiciones de trabajo. Para mí es intentar evolucionar y expresarme como lo que yo soy”.

La sesión de pintura y ocho meses de montaje, también con sus pequeñas capas de fragmentos de la filmografía de Young, de los cuadros de De la Concha, de planos distintos, de miradas distintas, y del chelo eléctrico del músico
Barrett Black, conforman el retrato final que nos ofrece José Muniain, un retrato de preguntas sobre lo que es verdadero y lo que es falso, lo que perdura en el tiempo y, como resultado, del tema universal de la familia.

-Robert Young: Texto de la película: “Creo que siempre me han atraído los perdedores. Creo que es por mi pasado. Nací en los EE UU y mis padres también. Pero mis abuelos vinieron de Europa. Los abuelos paternos eran rusos judíos, aunque mi abuelo era más bien ateo y socialista. Eran muy pobres, vivían en ‘la cocina del infierno’ de Nueva York. Tuvieron diez hijos, y además mi abuelo crió a una huérfana católica, como católica. Así que creo que crecí en un ambiente bastante tolerante. [...]. Pero de alguna forma éramos marginales. A medida que he ido creciendo, me he dado cuenta de que soy afortunado por estar al margen de la sociedad, porque eso te permite cuestionar lo que se da por sentado, porque ves las cosas desde otra perspectiva”. –De la Concha: ¿Puedes mirarme?, así, perfecto”.

José Muniain: “Pues la verdad es que creo que tiene mucho que ver que vivo en EE UU y veo muy poco a mi padre y es algo que siempre me pena, de alguna forma. Y aunque voy todos los años a Navarra, y estoy con él mes y medio, pero de alguna forma... Y luego el hecho de la figura de Robert Young, que tiene una edad similar a la de mi padre, y había un poco de identificación. Es algo que no aparece en la película, pero que me parecía importante. Y, además, es mi primera película larga, y siempre he tenido mucho apoyo por su parte”.

Pues el apoyo ha ido más que bien, porque José Muniain no para de trabajar.

José Muniain: “Ahora, por ejemplo, estoy con otro proyecto que he terminado, que se llama 'Sampsonia Way', que trata sobre un poeta chino exiliado, que aterrizó en Pittsburgh a través de una organización que se llama 'City of Asylum', y que da cobijo a escritores que han sido perseguidos en sus países, y Huang Xiang, que es el poeta, había sido perseguido, y su poesía está prohibida en China, ha estado en la cárcel seis o siete veces, ha estado condenado a muerte. Una historia bastante truculenta, y todo porque quería escribir su poesía y era un espíritu libre. Aterrizó en Pittsburgh y le conocí y, como siempre, la verdad es que es una oportunidad para mí para conocer a otra gente y meterme en otros mundos. Entonces decidí apoyarle, e intentar dar a conocer su historia, para contrarrestar un poco, en la medida de lo posible, el hecho de que su poesía siempre hubiese estado prohibida. Puse la cámara delante de él y le dije: ‘Huang Xiang, di lo que quieras’. E hice una película corta que está funcionando bastante bien en festivales, y la hice corta también para poder utilizar internet, porque era importante la labor de promoción de Huang Xiang como escritor. Se puede ver en la página web del Canal CurrentTV. Ha sido comprada para verse en televisión en EE UU. Y ése ha sido mi último proyecto”.


Instituciones culturales y escuelas pueden comprar en dvd la conversación entre Robert Young y Félix de la Concha, en la página web de la película, www.anindependentportrait.com, y también recuerden que pueden verla, de momento, en el Espacio Dos del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, hasta el día 25, dentro de la exposición de De la Concha, en la que, además, podrán disfrutar del retrato que el artista pintó de Robert Young en “Retrato independiente”.

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domingo, mayo 18, 2008

Música, Maestro

En este día tan especial.

Sarah Chang, "Vitali Chaconne", 2006:


Jascha Heifetz, "Vitali Chaconne", 1957:


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viernes, mayo 09, 2008

"Old Man Bebo"

Todo se acaba, el Festival de Cine de Tribeca también (les animo a ver los vídeos del festival, entre los que aparecen entrevistas a los directores hablando de sus películas a competición, como el de la mejicana Lucía Gajá Ferrer, que hoy se ha sabido que ha ganado, además, el Primer Premio de Reportaje en Documenta Madrid por "Mi vida dentro", o el vídeo de la directora Gini Reticker, que ha recibido el premio de Tribeca al Mejor Largometraje Documental por su película "Pray the Devil Back to Hell"), pero nos deja buen sabor de boca porque la película “Old Man Bebo” ha recibido el premio al Mejor Nuevo Director de Documentales. El director agraciado se llama Carlos Carcas. El productor de la película es Fernando Trueba. Y, si quieren ver este homenaje al músico Bebo Valdés, Documenta Madrid organiza una proyección el sábado día 9, a las 20.30 horas, en el cine del Círculo de Bellas Artes.

Ambiente en uno de los cines del Festival de Tribeca 2008, en Nueva York. c. Diego Olivé.

Todo empezó con “Calle 54”, el documental de Fernando Trueba sobre jazz latino. Fue una revolución que se estrenara una película así en los cines españoles, y, además, se convirtió en un éxito. En aquel momento, el gran músico cubano Bebo Valdés llevaba cuarenta años olvidado, exiliado y ganándose la vida, enfermo, tocando el piano en varios bares de hoteles de Estocolmo. No se podía imaginar que alguien se iba a acordar de él y de su talento, y que con casi 80 años iba a empezar a grabar discos y a recibir premios por todo el mundo.

Bebo Valdés: Texto de la película: “Esa noche que yo me fui, mamá lloró. El viejo estaba un poco triste y me dijo, yo le dije: ‘Viejo, el año que viene, a principios, yo vuelvo a hablar con usted’. Me dijo: ‘Olvídalo, tú y yo no nos vamos a ver más’”.

“Calle 54” no fue sólo el inicio de una segunda oportunidad, de un giro radical de la suerte, sino que la grabación significó algo muy especial para Bebo Valdés, porque fue el reencuentro, musical, físico, personal, con su hijo, Chucho Valdés.

Chucho Valdés: Texto de la película: “Nadie sabe mejor que yo hasta dónde llega el talento de Bebo Valdés. Nadie lo puede saber. ¿Sabes por qué? Porque yo nací al lado de Bebo y lo vi hacer todo lo que él hizo. Y lo vi componer toda la música, y lo vi arreglar, lo vi sentarse por la madrugada sin piano y terminar partituras completas y llevar por la mañana la grabación y aquello sonaba de maravilla. Lo vi, como pianista de otras orquestas, llegar a un ensayo y, toda la música, superdifícil, tocarla a primera vista sin equivocarse. Y, sobre todo, una cosa que él me enseñó, y me sirvió, me sirve, ¿no?, que es el respeto a uno mismo”.

Imagen de Old Man Bebo. c. Babel Films.

En el equipo de la película rondaba el joven de Miami, Carlos Carcas, que no podía estar más feliz haciendo las veces de operador de cámara en tan íntimas, cuidadas, e irrepetibles sesiones. Esta fórmula de trabajo fructificó en posteriores colaboraciones hasta el día de hoy, en el que Fernando Trueba es el productor de “Old Man Bebo”, una película-homenaje a Bebo Valdés y a un determinado tipo de música, que Carlos Carcas sentía la necesidad de recuperar y compartir.

Carlos Carcas: “Yo he estado grabando muchas de las grabaciones de Bebo de los últimos tiempos. Entonces, por supuesto, tengo mucho material musical. Lo que pasa es que, empezando la investigación documental, descubrí una enorme cantidad de información que no se sabía. De hecho, musicólogos han venido para decir que no sabían esto o lo otro. Y pensaba que era importante contarlo, porque no se había contado. Las personas que hablan del ‘filin’, César Portillo de la Luz, y de la forma en que hablan de esto, eso no se ha dicho así nunca. Date cuenta que son gente que vive en Cuba, que son músicos cubanos, el feeling es una cosa que es muy importante, que se promociona mucho desde el punto de vista del Gobierno como la gran cultura cubana, y resulta que el que todos dicen que fue ‘El Hombre’, el gran hombre de ese movimiento, nunca se menciona. Como la orquesta de Julio Cueva, que también fue otro que no se le hizo ningún caso y fue el músico más importante de los años 40 en Cuba, y como que no existe. Sentía yo este deber y responsabilidad de contar estas cosas y, ¿entonces qué pasa?, la película se va haciendo más larga, y si empiezo a poner también a Bebo tocando ocho minutos cada tema, pues tengo una película de cinco horas. Entonces, tuve que decidir. Y como yo había hecho otros montajes con ese material anteriormente, por ejemplo, en el dvd de Bebo y Cigala, ‘Blanco y Negro’, hay un documentalillo que es ‘La cocina de Bebo y Cigala’, que es mucho más musical, y menos información. Y está ‘Calle 54’. Y todo el concierto de ‘Blanco y Negro’. Las imágenes de Bebo tocando ahora existen, lo que no había era la historia. Y cuando vas a buscar la historia, no hay imágenes de él de los años 40 y 50. Probablemente se grabaron, pero..., también han desaparecido. Y, luego, pues música como el Batanga, también han desaparecido las grabaciones. Es decir, hay una cantidad de barbarie relacionada con esta historia, que dices, bueno, he intentado reconstruirlo lo mejor posible y, sobre todo, sirve para que Bebo tenga ese reconocimiento que se merece”.

Imagen de Old Man Bebo. c. Babel Films.Carlos Carcas contaba con la música prodigiosa de Bebo Valdés, pero le quedaba dar forma a la imagen, para contar una historia que, en su primera parte, es una biografía aportada por la numerosa familia del artista, y después se desarrolla gracias a las impresiones de Fernando Trueba, en los distintos rodajes que se han sucedido con Bebo Valdés, como en la colaboración que realizó en la película “El milagro de Candeal”. Así, pasaron nada menos que siete años de producción.

Carlos Carcas: “Fueron siete años, pero fueron siete años de placer. Y no fueron siete años continuos, es decir, yo aparecía cuando había una grabación. Y, al principio, yo no dije: ‘Voy a hacer un documental sobre Bebo Valdés’. Es que ese documental salió solo, y salió de una forma muy natural porque yo iba para documentar lo que estaba pasando, por el simple hecho de tener las cosas grabadas, porque me parecía importante, me parecía que algún día alguien querría ver este material. Pero no estaba pensando en una estructura, o en una biografía. En ese momento, Bebo estaba olvidado totalmente. Y nadie, ni yo, ni Trueba, se imaginaba que iba a tener el éxito que ha tenido. Nadie se imaginó que ‘Lágrimas negras’ iba a ser un bombazo y que iba a vender cerca de un millón de discos. Yo estaba grabando a un señor que era parte de la historia de la música, que tocaba el piano de maravilla, que era un encanto, y porque me gustaba estar ahí. Y grababa, y grababa, y grababa. Entonces, claro, esos siete años fueron pasando... No pensé, ‘bueno, voy a empezar hoy a hacer este documental y dentro de siete años yo creo que ya lo tendré’. No. Es que fue saliendo así. Yo rodaba y acumulaba, y acumulaba, y no fue hasta dos o tres años entrado en la historia que me puse a pensar: ‘Uh, hay que empezar a pensar en una estructura y en un documental’”.

Puede que piensen que con “Old Man Bebo” van a ver otra película documental musical, pero se trata posiblemente de la película menos musical de la última hornada de la factoría. Es más bien la historia épica de la lucha de un hombre, la guerra diaria de la supervivencia, y del trabajo incansable de quien sólo sabe lanzar dardos con su música. En ese sentido, “Old Man Bebo” recoge momentos que otros descartaron, pero que muestran con todo detalle la personalidad del músico.

Carlos Carcas: “La escena que sale en el documental que se ve a Bebo tocando el piano, y que llega una ráfaga de viento y salen volando todas las partituras, es una grabación que se llama ‘Blanco y Negro’. Es un dvd que se puede comprar en la tienda. Un concierto que se grabó en Mallorca, en Valldemossa, en un sitio que se llama Costa Nord. Es un concierto maravilloso. Y vino una ráfaga de viento y empezaron a volar las partituras. Lo que la gente no sabe es que si tú ves este concierto, es el primer tema, que se llama ‘Hubo un lugar’ y luego entra la segunda parte que es ‘Cuba linda’, que es cuando Bebo empieza a tocar, y si tú ves ese concierto, todo eso está pasando, lo que pasa es que no se ve. Curiosamente, yo estuve en el montaje de eso, y claro, dices, es que suena a maravilla, está tocando perfecto, pero hay un caos de partituras volando por todos lados, y Bebo no para de tocar. Claro, tú ves el dvd, ves el concierto, y ves una cosa maravillosa, jamás te imaginas que hay ese lío en ese momento en el piano, porque justo en los momentos pues cortabas a planos de El Cigala, o al bajo, y yo lo que hice fue recuperar los brutos y montar realmente lo que estaba pasando”.

Carlos Carcas está totalmente enamorado de su personaje, un hombre de acción que no para de ensayar, de improvisar, y de planear nuevos proyectos. Por lo que es casi imposible poner punto final a una película de este tipo.

Carlos Carcas: “Sí, la verdad es que Bebo es una persona que no se cansa. Y yo creo que hay un momento en la vida en que vives a otro ritmo. Cuando uno es joven tiene responsabilidades, tiene que trabajar, y ahora tengo que ir aquí, y no tengo tiempo para esto y lo otro. No es que esté jubilado, porque sigue trabajando, pero su trabajo es algo que hace en su casa, a veces va de gira, si tiene compromisos, pero él marca su itinerario. No se cansa y siempre se está divirtiendo. Aunque esté trabajando se está divirtiendo. Y esa energía que tiene él es contagiosa. A mí me lo contagia y yo también quiero seguir todo el rato. De hecho, el documental ya está montado y estamos yendo a los festivales pero, hace unas semanas, aprovechando el Festival de Málaga, fui a su casa a verle y a grabar lo que estaba haciendo. No para la historia”.

No para la historia, en efecto, pero, a su vez, hay otros asuntos en la historia de la música, que Carlos Carcas quiere rescatar del olvido:

Carlos Carcas: “Curiosamente, cuando empecé a grabar las primeras imágenes de Bebo fue justo después de ‘Calle 54’. Pero también estaba siguiendo a otro músico, que es Jerry González, de la banda Ford Apache. Y ahora sigo con la idea de ese proyecto, y espero que sea una película bastante distinta a la de Bebo. No creo que vaya a ser un documental biográfico con entrevistas. Quiero hacer otra cosa que tengo en mente, que estoy desarrollando en mi cabeza a la vez que voy rodando, porque sí es un documental, y se rueda lo que pasa, aunque uno tenga una idea de guión”.

El director cuenta todo esto en el Festival de Cine de Tribeca de Nueva York. Lo cierto es que el estreno absoluto fue en el Festival In-Edit Beefeater de Barcelona, y ahora vuelve a España, dentro de la programación de Documenta Madrid, aunque muy pronto la podrán ver estrenada de forma comercial en las salas de cine. Recuerden su título, todo un homenaje al hombre sabio y sonriente que respira por las manos, “Old Man Bebo”.

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