Andrei Nekrasov: “Por supuesto tengo que tener cuidado, más que un ser humano normal. Me siento realmente triste. Es muy difícil para mí estar en Rusia, vivir en Rusia. Yo soy parte de ese país, buena parte de mi vida está allí, mi familia... Es mi drama personal, mi tragedia. Pero éste es mi trabajo, es simplemente lo que tengo que hacer”.
La película muestra una realidad en la que se asesina a cualquier periodista que diga cosas incómodas, sin saber si llegarán a alguna parte, pero por la obligación, la justicia, y el placer de decir la verdad. Seguro que recuerdan a la periodista Anna Politkovskaia, que también aparece en la película hablando con el director. Andrei Nekrasov hace una prueba y descubre que es casi imposible encontrar en los kioscos de prensa de Rusia el periódico en el que ella escribía. Mientras eso ocurre allí, en el resto del mundo ya casi nadie se acuerda del atentado en el que se derrumbó todo un edificio de Moscú y murieron todas las familias que allí vivían, 300 personas, mientras dormían. Ocurrió en 1999, no hace tanto. Yo misma no me acordaba, he tenido que recordarlo con el documental. Muchas veces ni hace falta esconder los hechos. Habla el director:
Andrei Nekrasov: “La gente, sin pretenderlo, muchas veces puede casi herir los sentimientos, el sentir, de Litvinenko. Incluso la gente cercana a él y sus amigos. Se ha dicho de él que era un espía, un agente... Hay mucha información que se puede distorsionar. Desafortunadamente, la gente no sabe lo que ocurre en Rusia y no puede ver claramente lo que ha pasado con este caso, en el que alguien se ha limitado a decir la verdad, y se le ha asesinado por creer en eso. Son cosas básicas y simples sobre esta historia, pero incluso las cosas básicas y simples pueden ser extremadamente confusas si no se conoce el contexto”.
Los presuntos asesinos de Litvinenko son por todos conocidos y, no sólo no pasa nada, sino que además se les ha ascendido a puestos políticos en el Parlamento, y por lo tanto legislan aunque no respeten las leyes. Y estamos en un momento, además, en el que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, es portada de la revista “Time”, elegido como “El Hombre del Año”. Y cuando viene a Madrid la viuda de Litvinenko, una mujer elegante y bella, tímida pero valerosa, sólo por defender la historia y la dignidad de su marido asesinado, y cuenta cosas como ésta, créanme, uno se siente insignificante y se le atraganta la boca y es muy difícil hacer preguntas.
Marina Litvinenko: “¿Se puede uno imaginar que en un país occidental, un sospechoso de asesinato se vuelva una celebridad, una persona famosa que está continuamente en televisión, que está continuamente en todos los medios de comunicación, y que incluso llegue a ser diputado de la Duma? ¿Es esto posible o imaginable en un país occidental?”.
Informe, pregunte, comente.
parece que se ha atascado el blog...sigue o vuelve al año que viene???
ResponderEliminarestará la blogger de vacaciones????
ResponderEliminarqué pena!!!!!
sera q esta en la cama soñando....ya escribira
ResponderEliminarpues que deje de soñar y escriba...
ResponderEliminarMe gusta su blogg. Me gusta su estilo. Y hay poco sobre el documental que llevarse a la boca...