Las Películas Documentales.
Aproximaciones a la Realidad.

domingo, noviembre 20, 2005

"Trece entre mil"

Si en las últimas semanas tuvieron la intención de ir a ver un documental en los cines debieron de optar por el cambio de planes, ya que..., miren que hubo estrenos, pero ni rastro de películas documentales. Ni en estas salas pequeñísimas de versión original, ni en sesiones golfas, ni una proyección por despiste, ni nada de nada. Pero, ¡pero!, estamos de enhorabuena porque, después del premio que ha recibido en el pasado Festival de Valladolid, se ha estrenado el documental Trece entre mil, de Iñaki Arteta.

Cartel de la película Trece entre mil. ® Sagrera TV.
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Desde el año 1975, con el comienzo de la democracia, se han hecho algunas, pocas, películas sobre el conflicto de ETA. Las de ficción han solido hacer hincapié en las secuencias de acción. Respecto a la no ficción, recordarán Asesinato en febrero o Perseguidos, aunque la que ha levantado más polémica y repercusión en los medios ha sido La pelota vasca. La piel contra la piedra, de Julio Medem, película que encumbró un término, en su momento: la equidistancia. Pues bien, ahora, el vasco Iñaki Arteta no ha querido tomar ninguna distancia, sino que ha ido al centro de la herida, a los recuerdos más íntimos, y ha elegido a trece víctimas del terrorismo de ETA, de entre mil.

Iñaki Arteta: "Hombre, indudablemente, en un colectivo tan amplio, que se acerca casi a las mil personas asesinadas, pues había mucho para elegir, claro. Hay muchas historias. Nos viene a la memoria un caso, algún atentado que se nos ha quedado grabado, en algunos podríamos coincidir muchos, cosas que nos han llamado especialmente la atención. Pero buscábamos precisamente lo contrario, cosas de las que no habíamos oído hablar mucho, o personas de las que no habíamos oído hablar mucho. La mayoría de las historias están ese ámbito. Trece puede ser mal número, pero bueno, corresponde a la medida de la película".

En hora y media, Trece entre mil, como decíamos, deja a un lado las opiniones de expertos, filósofos, políticos, periodistas y opinadores de profesión, y se centra en las víctimas, en sus familias. Deja a un lado las ideologías, y se centra en los hechos, en las personas. Lleva a los familiares a los lugares de los asesinatos y, una vez allí, recuerdan.

Texto de la película: "Cayó pues..., aquí mismo, todo largo..., aquí la cabeza y allí los pies, nadando en un gran charco de sangre. A las ocho menos cinco. Un día como hoy".

A la vez, Trece entre mil tiene un componente de constatación histórica, de recuento de los casos terroristas acontecidos durante los años 80, olvidados en la mayoría de los casos.

Texto de la película: "Estas son mis dos hijas, que murieron en Hipercor. Esta es mi hija Sonia, que tenía 16 años. Y esta mi hija Susi, que tenía 14 años. Mi esposa, en el momento de morir, tenía 38 años".

Y no sólo han estado olvidados, sino que, para asombro del equipo de la película, a algunos protagonistas de Trece entre mil nunca les habían preguntado nada desde ningún medio de comunicación. Y algo que sorprende también al espectador es lo increíble que son algunas historias. Por ejemplo ésta que les contamos a continuación. La narración es un poco larga, pero explica muy bien los hechos:

Texto de la película: Pedro Mari Baglietto: "Esto fue en el año 1962. Estaba mi hermano precisamente aquí, a la puerta de la tienda que tenía, cuando se dio cuenta que venía una señora con un niño en brazos y otro niño agarrado de la mano. El niño llevaba una pelota, el que iba agarrado de la mano, y en un momento dado se le escurrió la pelota y el niño salió corriendo. Justo en ese preciso momento venía un camión pesado y la madre, instintivamente, fue a proteger al chaval. Mi hermano, perplejo, no tuvo tiempo nada más que de quitarle el niño que llevaba en brazos en ese momento, y observar con horror cómo se morían, aplastados por el camión, la madre y el niño. Lo patético de esta historia es que aquel niño que quedó en sus brazos aquel día, aquel niño a quien él salvó la vida ese día, fue precisamente quien, dieciocho años después atentó contra su vida pegándole un tiro en la sien".

Iñaki Arteta ha hecho una creación cinematográfica contra la indiferencia social. Habla el hermano del fallecido Ramón Baglietto:

Pedro Mari Baglietto: "A mí a veces me preguntan: '¿Qué harías tú si te encontraras con el asesino de tu hermano?'. Y yo suelo decir: 'Hombre, la verdad es que no me apetece mucho. Pero si tal sucediera, yo le agarraría del hombro y le diría: Soy el hermano de Ramón, pero tranquilo que yo no te voy a matar, tranquilo que mis hijos no van a matar a tus hijos. Esto es lo que nos diferencia. Tú, gracias a la democracia, a la Constitución que tanto detestáis, has tenido un juicio justo, has tenido una sentencia más o menos justa, y estás legítimamente en la calle'. Mi cuñada María Pilar tiene que ir con escolta mientras el asesino de su marino pasea tranquilamente por la calle. No debe de estar muy arrepentido porque acaba de comprar el local que está justamente debajo de donde vive mi cuñada. Ha puesto una cristalería. No sé si me duele más que haya puesto este local, o que los de ese pueblo le compren los cristales. Basilio cumplió su condena, está legítimamente en la calle, pero en una actitud desafiante y gozando, probablemente, de un prestigio social del que no gozamos las víctimas".

Esta película es también, como pueden leer, un ejercicio contra la ambigüedad política.

Texto de la película: "Hijas mías, vuestro sacrificio fue inútil. Aún siguen matando. Porque después de vosotras, aún han habido 300 muertos más, por culpa de la banda terrorista ETA".

Y, por último, Trece entre mil es un desafío contra el olvido de las víctimas.

Texto de la película: "Os tengo en mi mente y en mi corazón. Tal como érais".

Los responsables de Trece entre mil han sido muy cautelosos a la hora de tomar las decisiones de producción de la película, e incluso a la hora de elegir a los propios miembros del equipo.

Iñaki Arteta: "Claro, el planteamiento tan delicado de la película, de intentar contar la cuestión de las víctimas a través de sus propias voces, nos situaba en un punto de partida bastante extraño. Ni algunas de nuestras familias han sabido que estábamos haciendo esto porque allí hay que dar muchas explicaciones. Hemos preferido hacer un equipo reducido, saber bien a quién introducíamos en el equipo, tener la certeza de que no iba a divulgar que estábamos haciendo eso, y bueno, trabajar con una prudencia inteligente, y con discreción. Yo creo que el momento de dar la cara es ahora, y cuando hemos estado trabajando el momento era trabajar y no dar aire a lo que estábamos haciendo. Ser víctima allí y ser alguien que tiene que estar callado de por vida, y si levanta la voz ya sabe a lo que hay, por lo menos malas miradas y aislamiento social. Se entiende cuando expreso que hay víctimas que no pueden, ni si quiera, contar su experiencia delante de una cámara".

Desde luego, en un fin de semana en el que, como en todos los fines de semana, hay muchísimos estrenos, el espectador puede optar entre películas de acción, de fantasía, comedias o romances, pero este documental le ofrece otra cosa, más intensa, pero que puede llegar a cualquiera porque es un documental de sentimientos, de personas, de cualquier persona. En concreto, de Trece entre mil.

Texto de la película: "Yo estaba acostumbrado a verlo en la televisión, y decía: 'Pobre gente, que ha muerto...'. Pero es que nadie nos imaginamos que nos puede tocar a nosotros mismos".

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