Joan López Lloret, director de "Hermanos Oligor": "En el documental también tiene que haber una transformación de los personajes"
Unos toldos delimitan un espacio circular, y dentro hay unas gradas en las que se sienta el público. Hay una pequeña pista y, al fondo, una gran máquina que se transforma durante la función. Compren su entrada en los cines y pónganse cómodos porque empieza “Hermanos Oligor”.
Una caja de puros transformada en caja de música.
Texto de la película: "Esto es una caja de lentejas, es un cartón. Con esto, más o menos, planteábamos hacer lo de la bicicleta, cuando mi hermano está montado en la bicicleta, y entonces pues se mueve la cola, y se mueve el mar, y parece que está nadando, ¿no? Éste es él. Éste es mi hermano".
Unos restos de un banquete de bodas convertidos en una pequeña y frágil muñeca, una muñeca con nombre: Virginia.
Texto de la película: "Virginia... La niña que cambió la vida a Valentín. ¿Queréis que veamos su mejor número? La fuerza del amor. Esto es lo que pasa cuando alguien te golpea en el corazón. (Suena un disparo)".
“Hermanos Oligor” tiene el misterio, la belleza y la atracción de los cuentos de hadas.
Texto de la película: "Los cuentos de hadas dicen cosas muy profundas. A veces cosas terribles, y verdaderas. Pero a través de la fantasía..., lo que parece imposible...".
Los protagonistas de esta historia son dos hermanos que se encerraron en un sótano durante tres años, que se dice pronto, para construir un mundo de figuras articuladas, hechas con cualquier cosa que se encontraban en la calle.
Texto de la película: "Cuando construíamos tampoco teníamos mucha idea de nada. No hemos hecho nunca nada de construir. No sabíamos de mecánica. Todo eran cosas que se iban probando. Cogías cualquier cosa, lo destripabas un poco, y de ahí lo hacíamos. Mirabas cómo era el interior de cualquier máquina. Y las poleas, las bielas, todo eso, es algo que hemos ido viéndolo cogiendo cosas del Rastro al que solemos ir los domingos".
Pero gracias a una puesta en escena desnuda y sincera, estas figuras a punto de romperse con tan sólo mirarlas, cobran una vida llena de sentido.
Texto de la película: "El trabajo de ellos es como el de un bordado de abuelita, fino, se han demorado años en hacerlo, han puesto todo en esto. Si tú lo ves cómo pinta y dibuja, en una mesita de este tamaño, y puede dibujar y pintar horas. Tiene cuatro colores y los usa. Puede dibujar en el tren, en el bus. Es de una sensibilidad..., no sé..., diferente. Es diferente".
El trabajo de los hermanos Oligor ha trascendido por su sinceridad. Por su empeño romántico y casi suicida en aferrarse a las pocas cosas auténticas de la vida.
Texto de la película: "Las imágenes que me daban vueltas en la cabeza todo el tiempo son más las que yo no he visto. Y que te imaginas todo el tiempo. Qué es lo que pasó, por qué. Y lo quieres ver, ¿no?, para ver si a lo mejor ahí... Es como cuando le das vueltas a una cosa que no tiene solución. Es como... A ver si así, si lo saco fuera, y lo veo, a lo mejor..., veo el porqué, veo eso que no entiendo por qué pasó".
Así que, ante este descubrimiento, el “boca-oreja” hizo que se empezara a conocer y se recomendara asistir a la propuesta, vital y escénica, de los hermanos Oligor.
Texto de la película: "Qué se hace en un mundo del arte, cuando en el arte ya han pasado todos los genios. Ya no hay el romanticismo de ir con la carpeta debajo del brazo buscando galerías. Qué se hace ahora. Qué se hace cuando la gente quiere encontrar un amor. Ya no hay los amores de Werther o de Romeo y Julieta. Qué se hace en esta pérdida de cosas. Qué se hace. Qué hacemos cada uno de nosotros. Y esta reflexión los hermanos la hacen, la hacen confrontándose al público y, al mismo tiempo, a sí mismos, y el planteamiento de problemas es muy sincero, y muy honesto, y el final del espectáculo es muy gratificante".
Entonces llegó el momento de salir del sótano.
Texto de la película: "-Hay que pensar que en una circunferencia de siete metros de diámetro hay setencientos metros de cable eléctrico, hay 47 interruptores, siete reguladores..., hay una barbaridad de material ahí dentro, increíble.
-Tú no podías hacer las cosas como estaban porque toda la instalación estaba precaria, cables que no eran los de la normativa.
-Aparte del reto técnico está el reto plástico, porque el hecho de estar en un sótano, y ese mundo que se crea viendo esas paredes, esas tuberías que van por el techo, ese póster de no sé qué año que está colgado en la pared, y ese frasco de Fairy que está ahí en el suelo, cómo trasladar eso a una carpa, que se pueda mover, es realmente problemático".
Fueron a un taller de Valencia, la tierra de los muñecos de cartón y del fuego.
Texto de la película: "Y a la vez que se estaban haciendo las Fallas, o esculturas para parques temáticos, pues nosotros estábamos en un rincón con las máquinas, y los juguetitos, y las bolitas, y todo eso".
Sólo faltaba el contacto con el público.
Texto de la película: "Esto, en realidad, es una cosa que ha hecho mi hermano, él estuvo una temporada un poco afectado con cosas que le pasaron, y él se puso a construir, y hacía como juguetitos y cosas pequeñas, ¿no? Las cosas que vais a ver están hechas de madera, de cartón, de alambre. Entonces son muy frágiles, y a veces se rompen. La obra lo mismo dura una hora, que es lo que tiene que durar, que dura cinco minutos".
Pues ¡que empiece la función!
Texto de la película: "Alegría, venga, luces de colores, ¡alegría!".
Una función, un tiempo, en el que todo se vuelve íntimo y mágico, y en el que la timidez, se transforma en química.
Texto de la película: "No sé muy bien qué es lo que pasa, supongo que se revuelven ahí cosas. Lo ves en la cara de la gente. En según qué pases, y en según qué gente. Esto tampoco es general, pero cuando te das cuenta de que a esta persona..., uff, le ha afectado, yo creo que eso es lo fuerte".
Para los hermanos Oligor, el contacto con el público fue sólo el principio de un recorrido físico y de una evolución vital...
Texto de la película: "Me pasé casi medio espectáculo mirando las caras de los demás, aunque no te lo creas, pero fue así. Porque una cosa es verlo como padre, pero el ver a otras personas estar metidas en su persona..., que les llegaba, fue algo increíble para mí".
Fue una evolución vital que les llevó a representar, o más bien, a sentir de nuevo, una y otra vez, la obra de “Las tribulaciones de Virginia” por distintos lugares del mundo.
Texto de la película: "Ayer me sentí muy vacío, porque el público aquí era como si tuviera delante un bloque de hielo, pero que a lo mejor por dentro están sintiendo muchas cosas. Los alemanes parece que no expresan nada, pero son en el fondo super sentimentales".
Viajes, como el de Alemania, que hacen reflexionar a protagonistas, director, y público, sobre un concepto: El Muro.
Texto de la película: "-Una pared de ladrillos, con cemento, de una altura determinada, la que quieras.
-Desolación, silencio.
-Un impedimento, algo que encierra algo o que impide la comunicación".
Son muros personales y muros tristemente históricos.
Texto de la película: "A mí me flipó lo del globo. Porque había cosas de gente que hacía túneles, o lo de la tirolina desde un edificio, o los coches..., habían blindado todo el coche, y lo cruzaban por la frontera, lo habían blindado como para parar las balas, y eso era como un río kamikace, en contra de todo, contracorriente, que quiero salir de aquí, ¿no? Pero es que lo del globo me pareció tan chulo, coger y elevarse por el aire, con unas bombonas como de cocinar, con toda la familia, que estaba la foto, y era una cosa muy bonita, todos así en la cesta, y se elevan, y pasan tranquilamente el muro".
Y en el centro de todo esto, de todo este trabajo minucioso, y casi loco, está siempre una idea.
Texto de la película: "Porque si te descuidas, lo superficial se apodera de las cosas. Es así. La mediocridad se instala en cuanto menos te lo esperas. Entonces yo sé que hacer todas estas cosas e ir a los sitios es como intentar seguir ahí, intentar seguir tocando fondo, porque yo qué sé, es lo único que merece la pena".
“Hermanos Oligor” es una película dirigida por el catalán Joan López Lloret, que nos explica que estos hermanos..., pues tienen nombre...
Joan López Lloret: "Tienen un nombre, sí, Jomi y Senén. Senén es el que manipula detrás todos los mecanismos. Jomi es el que, en este proceso de creación de ellos dos, hace de la figura de actor o cuenta la historia".
Pues Jomi y Senén son los que nos muestran cómo ha trascendido un trabajo solitario, aislado de contactos con el resto del mundo, un esfuerzo a contracorriente. Lo explica el director:
Joan López Lloret: "Los conocimos con Amanda Baqué, que es la coguionista del proyecto y ayudante de dirección. Los conocimos en 2002, antes de que estrenaran en un teatro, cuando estaban aún terminando el proceso del sótano, y fue a través del director del Festival Internacional de Teatro Visual y de Títeres de Barcelona de ese momento, que nos dijo: 'Mira, hay una historia, una gente, estos dos chicos que han hecho esta historia'. Y lo vimos y nos quedamos súper sorprendidos, y se decidió empezar a hacer este proyecto".
Ése, precisamente, es el motivo de que en la película podamos ver imágenes rodadas en Super 8, filmadas por los protagonistas.
Joan López Lloret: "Una grata sorpresa fue que ellos tenían, sobre todo Jomi, esta cosa con el Super 8, que rodaba sus cosas, supongo también por el mecanismo, y fue un material aprovechado de cuando nosotros no estábamos, de antes de que nos conociéramos".
Joan López Lloret y su equipo grabaron hasta 25 funciones de “Las tribulaciones de Virginia”, muchas de ellas para utilizar después tan sólo un plano. Y es que en esta película es importante ver cómo todo el mundo se identifica, se refleja, con los sentimientos al límite de los hermanos Oligor.
Joan López Lloret: "Los hermanos Oligor no querían que el público supiera que había una cámara rodando dentro de la función. Estaba prohibido eso. Cámara oculta total. Pero luego se habló con todos los espectadores porque bueno, ya viste que hay entrevistas, o sea que luego lo supieron. Pero no querían que interfiriera en el proceso de la obra. Y en eso pues fue difícil. Tuvimos que escondernos, rodar con esas condiciones de luz bajísimas, y fue muy complicado. Pero nos ayudó a entender también su proceso, porque ellos debían sufrir en su proceso creativo, pero nosotros también acabamos sufriendo. Hay gente que accedió a hacer la entrevista, hay gente que no, pero la mayoría de la gente estaba totalmente dispuesta. No hay un voyerismo ni nada, es simplemente recoger los momentos mágicos de la obra. No es una cámara oculta para ver cómo tropiezas, o cómo estás haciendo el amor con tu pareja".
“Hermanos Oligor” es una película estructurada a modo de capítulos: "El Sótano", "La Ventana", "Las Flores", "El Muro"...
Joan López Lloret: "Esto fue también con Amanda, que lo hablamos, cómo montar la estructura. Esto tenía que tener como una estructura de flor, que va creciendo y luego se abre. En principio había una parte en la que había que dar la información, por eso se llama 'El Sótano', que es la parte de lo que hacen ellos, quiénes son. Luego está 'La Ventana', que es la salida al exterior. Lo de 'Las Flores' es el momento en el que se abre la película, se abre a no ya simplemente un seguimiento de unas personas, sino que de repente empiezas a ver ya las respuestas y empieza como el tema psicológico a tener importancia, se supera lo que es la mera maravilla de los mecanismos y empieza un tema más psicológico. Finalmente Berlín, 'El Muro', es la interpretación de esta salida de un mundo y la abertura a otro mundo".
Y es curioso cómo una historia en apariencia tan pequeña da pie a hablar de tantas cosas, o a pensar en tantas otras.
Joan López Lloret: "Al principio, era simplemente captarles antes de que salieran de la cueva, captar la inocencia que estaban allí viviendo antes del contacto con los espectadores y que la gente estuviera preguntando cosas, como ahora estáis preguntando muchos igualmente cuando veis la película. Pero luego ya se empezó a trabajar un guión con una interpretación nuestra sobre lo que estaba pasando, y que acaba, efectivamente, en el tema de el Muro de Berlín".
Y es que “Hermanos Oligor” es, primero de todo, la historia de los lazos, del apoyo, dentro de la familia. La historia de una amistad. Porque qué hubiera pasado si a Jomi no le ayuda nadie...
Joan López Lloret: "Hubiera hecho esto y no hubiera salido del sótano. Pero también hubiera sido una experiencia tan válida como lo que ha sido. No es más válida una cosa porque salga a la luz y lo vea mucha gente. Lo válido es la propia experiencia. Es precisamente lo interesante de ellos. No es una predisposición de un grupo de teatro que está ahí calculando, 'bueno, cuándo sacamos la obra de teatro. No. Es una gente que hizo una experiencia vital, y de ahí salió una cosa. Pero si luego sale a la luz o no, la experiencia no te la quita nadie".
En “Hermanos Oligor” hay también muchas cosas de las que no se habla, que no se muestran, que están sin estar.
Joan López Lloret: "Hay una ausencia de la madre, hay una ausencia de algún que otro hermano, hay una ausencia de muchas cosas, mucha información que no está. En el proceso nos pasó lo mismo. Si empezamos a ver lo que pasaba te haces preguntas, ¿no? ¿Qué pasó?, ¿quiénes son?, ¿qué no sé qué?, ¿qué edad tienes? Si prescindes de estos datos, puedes llegar mucho más al fondo. Estos datos lo que hacen es clasificar las cosas. Es lo que hace la televisión. Cuando va una persona la presentan: 'Este tío tiene tal edad, le pasó esto, le pasó lo otro, tiene tantos hijos'. Estos datos, para qué tenerlos, si lo que hacen es que entorpecen los sentimientos, que es lo que nos transmiten ellos. Y eso es el espectáculo también. ¿A que en ficción nadie se pregunta por qué, por ejemplo, no lo explicas todo del actor principal o el secundario, sino que explicas sólo lo que tiene que ver con la historia? Y presentas a lo mejor solamente al padre, y no a la madre, en la película. En una película de ficción podrías decir: 'Oye, no he conocido a su hijo, ni he conocido a su profesor de escuela'. Y en el documental, parece que se exige, por ser la palabra 'documental', que se explique todo eso. Yo creo que no, que es una equivocación".
En efecto, lo que ocurre es que es inevitable identificarse con los protagonistas, querer conocerles, preocuparse por ellos, preguntarse qué será de ellos, si habrá o no más tribulaciones de Virginia.
Joan López Lloret: "No sé, es una respuesta que yo no la tengo. A mí me parece que es una pieza única. Fue un proceso creativo único, irrepetible. Y no sé si va a haber otro proceso más adelante. La verdad es que lo ignoro, no te puedo contestar. Si ellos son así, si la obra es así, es porque no se plantean estas cosas. Tú te puedes levantar por la mañana y no saber lo que va a pasar los próximos seis meses en tu vida, pero vivimos con tanto miedo, que necesitamos saber lo que pasará mañana, y además no lo sabemos porque en cualquier momento se te puede acabar esto. Esta respuesta que te estoy diciendo es: Qué sentido tiene plantearse qué va a pasar luego, porque es lo que ellos dicen en el espectáculo, y creo que se transmite también en la película. No te preocupes, no te angusties, vive con lo que tienes, y vive el momento, que es lo importante".
Sí, porque para los hermanos Oligor hay un concepto definitivo: Tocar fondo.
Joan López Lloret: "Tocar fondo... es muy importante, yo creo. Darse cuenta de que has tocado fondo. Porque una cosa es tocar fondo, y otra cosa es darse cuenta de que has tocado fondo. Cuando te has dado cuenta de que has tocado fondo, como él dice, puedes empezar a subir otra vez. Hasta que no te das cuenta, puedes seguir viajando hacia el fondo, y entonces más camino te queda por recorrer para subir otra vez. Lo que pasa es que tocar fondo es una sensación. Se te puede morir alguien y que eso sea tocar fondo, pero puede ser que también sea tocar fondo que estés en el metro y alguien te mire mal, y teóricamente es mucho menos fuerte, pero depende de cómo tú estés, puedes tocar fondo con una cosa o con la otra. En cambio, puedes vivir dramas que son, objetivamente, muy fuertes, pero tú no tocas fondo con esos dramas, sino con algo más sencillo de la vida. Es no calificar, otra vez, lo que es tocar fondo en una persona. Salir de los tópicos".
Y un regalo de la película es el del afán de muchas personas por romper los bloqueos de sus vidas, como la familia que se construyó un globo para pasar al otro lado del Muro de Berlín.
Joan López Lloret: "Eso fue también complicado porque había esta relación con la gente que había escapado de la RDA, y esta historia del globo a mí me fascinó, y a Amanda también. Jomi, en el museo, también estaba fascinado. Y ahí fuimos a por ellos. El señor está bastante mayor, y son dos personas que al principio no entendían. Pensaban que era un documental sobre ellos, y les enseñamos la película. Y es que habían hecho muchos reportajes sobre ellos en televisión, en la época de los años 80. Fue una historia muy fuerte. Hubiera sido entrar en otro mundo, si hubiéramos entrado más a fondo. Pero fue muy bonito, la verdad".
Y algo que llama desde luego la atención es la heterogeneidad y el riesgo de las películas, de las aventuras, diría yo, que emprende el director, Joan López Lloret.
Joan López Lloret: "A mí me interesan mucho los procesos de transformación. Los procesos de transformación de las cosas, qué pasa antes y después. De hecho, siempre, por ejemplo, cuando se habla de teorías del guión cinematográfico, se dice que tiene que haber una transformación de los personajes. Y en el documental, por qué no, también tiene que ser así. El primer proyecto que hice fue sobre las casas ocupadas en Amsterdam, en el año 92. Ahora hay el proyecto de hacer la segunda parte, quince años después, con la misma gente que estaba en las casa ocupadas, a ver qué pasa. Están todos localizados y..., es un proceso de transformación. 'Hermanos Oligor' es un proceso de tranformación, de salir del subterráneo a fuera, y dar a la luz todo este espectáculo..., aunque me cuesta utilizar esta palabra. Y los otros proyectos que he estado ahora manejando, uno que está en festivales, que se llama 'Utopía 79', es sobre la revolución sandinista en Nicaragua, y sobre también la ilusión y desilusión de toda la generación de los 60 y 70, ya que la revolución de Nicaragua fue como uno de los últimos sueños de cambiar el mundo, y también es un proceso de transformación, brutal, de una sociedad. Es más colectivo, pero también buscando las emociones humanas. Y en lo último que estoy aún en proceso de postproducción, es sobre dos ex presos de Irlanda del Norte, uno del IRA y el otro de los paramilitares ingleses, donde también se cuenta esta historia, toda esta gente que salió de las prisiones, dejó las armas, y ahora está en la sociedad, y también hay una transformación. Todos los proyectos, aunque sean de diferentes temas o se desarrollen en diferentes puntos geográficos, tienen esta cosa de decir, bueno, qué pasa, dentro del ser humano, cuando hay estos cambios. Nos hacen plantear cosas. Porque lo importante en estos momentos, en los que ya no hay ideologías definidas, y que a mí al menos me cuesta un poco creer en los partidos políticos, los sindicatos, las ONGs, o lo que sea, creo que lo importante es que la gente no deje de pensar, y plantear cosas para que no deje de pensar. Y enseñar procesos de transformación siempre hace pensar".
“Hermanos Oligor” es el resultado del mimo y de la atención al trabajo, como un intento de cambio, o como una mirada radicalmente sentimental hacia el mundo. Un intento de que protagonistas, espectadores de la obra, y espectadores de la película, se enfrenten a esas cosas que ya nadie se atreve a encarar.
Texto de la película: "-Pero, como todos los flechazos, se acaban en seguida, es lo que pienso yo, y una de las dos partes, ella, parece que quiere salvar la situación, pero él se ahora...
-Ni triste ni alegre, es la historia de la vida. Dos personas que, en un momento determinado, confluyen, se quieren, surge el flechazo... Hay flechazos que duran. Yo no sé quién ha dicho: 'Es que todos los flechazos terminan mal'. Yo creo que, aún, algunos flechazos duran".
Si al ver la película se mueren de ganas de ver la obra "Las tribulaciones de Virginia", pueden consultar en su página web el calendario con las próximas actuaciones.
Informe, pregunte, comente.
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