"The soul of a man"

En el año 1977, la nave espacial Voyager voló hacia los confines del Sistema Solar cargada con algunos objetos representativos de los habitantes de la Tierra, por si en algún momento era interceptada por seres extraterrestres. En esta "cápsula del tiempo" había un disco con sonidos de la naturaleza, frases leídas en los distintos idiomas del mundo, y música, música negra, de una de las leyendas del gospel.

Texto de la película: "Mi voz está también aquí, en el espacio, sí. Me llamo Blind Willie Johnson".

Éste es el arranque de The soul of a man, una película de Wim Wenders, en la que el músico Willie Johnson cuenta al espectador, con la voz del actor Laurence Fishburne en la versión original, cómo fue su vida y la de otros pioneros de la esencia del blues.

Texto de la película: "Me quedé ciego siendo niño, a los siete años, más o menos. Mi madrastra me arrojó lejía a la cara para vengarse de una paliza que le había propinado mi padre. Sí, negra suerte la mía".

Aquella época de finales de los años 20 y principios de los 30, con la represión y la pobreza, fue difícil para todo el mundo, y así se ve en las imágenes recreadas por el director, al estilo de las películas antiguas, y cuando el protagonista habla, por ejemplo, del bluesman Skip James:

Texto de la película: "Aquí tenemos a un jovencito de mi época. Se ganaba la vida con el contrabando. [...]. Se llamaba Skip James. Una noche, sus amigos lo convencieron para que se presentase a un concurso que se celebraba en una tienda de música del centro de Jacksborn, Mississippi".

Y así James firmó su primer contrato discográfico, aunque no consiguiera dinero ni reconocimiento mientras vivió, ya que con la depresión económica los dólares no se utilizaban, precisamente, para comprar discos. Pero como se muestra en The soul of a man, años más tarde, en los 60, los jóvenes rescataron y amplificaron el blues. Por ejemplo, con la canción titulada "La muerte de J.B. Lenoir", de John Mayall & The Bluesbreakers, y perteneciente al álbum "Crusade". Entre esos jóvenes que redescubrieron el blues había uno especialmente importante para el tema que nos ocupa:

Texto de la película: "La canción 'The death of J.B. Lenoir' impresionó tan vivamente a cierto estudiante de cine alemán, que comenzó a preguntarse quién era ese tal J.B. Lenoir y quiso saberlo todo acerca de aquel hombre, que acabó convirtiéndose en su mayor ídolo del blues. Nuestro joven estudiante llegó a ser un director de cine que, a lo largo de los años, fue conociendo a muchos otros entusiastas de J.B.".

En efecto, al director Wim Wenders le encanta la música y siempre le ha otorgado gran protagonismo en sus películas. Su documental Buena Vista Social Club es un hito en el cine musical. Y, como él mismo afirma, el blues es algo necesario para su vida, incluso más que la cinematografía.

Wim Wenders: "Estas canciones son todo para mí. Sentía que escondían una verdad mayor que la que reflejaba cualquier libro que hubiera leído sobre América, o cualquier película que hubiera visto. He intentado describir todo lo que me conmovió de estas canciones y esas voces como si se tratara de un poema, más que de un documental".

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Wim Wenders utiliza varias técnicas para construir The soul of a man. El recorrido por las canciones se empapa de las circunstancias políticas y sociales de cada momento.

Texto de la película: "Las letras de sus canciones eran, desde luego, muy distintas de las de los restantes cantantes de blues. Sobre todo desde que empezó a componer temas acerca de la Guerra de Vietnam y cosas por el estilo".

Además de las reconstrucciones de las vidas de los músicos a modo de películas antiguas, hay algunas entrevistas, imágenes de archivo, y, sobre todo, actuaciones de Skip James y J.B. Lenoir, auténticas o no, pero con el sonido de las grabaciones de vinilo originales, y contrastadas con versiones homenaje de artistas actuales, como Nick Cave, Lou Reed o Cassandra Wilson. De este modo, se consiguen efectos como el de escuchar la canción "Devil got my woman" interpretada por Skip James y, acto seguido, pero grabada 70 años después, una versión de Bonnie Raitt.

The soul of a man es la primera entrega de una serie de siete capítulos independientes dedicados al blues. Cada capítulo está realizado por un director diferente. A éste de Wenders le siguen Clint Eastwood y Martin Scorsese, que además es de quien surge el proyecto. Scorsese se ha convertido en un maestro de las series históricas documentales, entre didácticas y poéticas, y sus películas sobre el cine italiano y norteamericano son ejemplos muy claros de esto. Incluso ahora prepara nuevas series, como el director anunció hace unos meses en España.

Martin Scorsese: "Estoy terminando un documental que constará de dos partes sobre la vida y la música de Bob Dylan hasta el año 1966, es decir, hasta que tuvo el accidente de moto. También estoy preparando un proyecto sobre el impacto que el cine británico tuvo en mí cuando yo era un joven cineasta y, si todo va bien, haremos una continuación de la serie documental sobre el cine italiano".

Wenders realizó The soul of a man en 2003, y la película se exhibió en el Festival de Cannes de ese año, fuera de concurso. En España se ha podido ver en varios festivales de documentales y en canales de pago de televisión como Canal+. Incluso se vende un pack con todos los capítulos en dvd, aunque en inglés sin subtítulos al castellano. Pero ahora, más vale tarde que nunca, si a usted le gusta el blues no pierda la ocasión de conocer los comienzos de su historia en la sala del cine.

Texto de la película: "Sus canciones trascendieron con mucho sus vidas celebrando el espíritu de la vida, explorando desde sus más recónditas profundidades, hasta sus cielos más elevados. Pero eso es lo que hace el blues. Como podrán observar en mí".

El narrador de la historia, Blind Willie Johnson, pone título a este documental con su canción "The soul of a man" y con lo más característico que uno tiene: su voz. La voz de un hombre desde el Espacio.

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